La segunda guerra carlista -enfrentamiento bélico entre los partidarios de Isabel II y su tío Carlos de Borbón-, más conocida como la de los Matiners (madrugadores), tuvo como líder dinástico a Carlos VI, Conde de Montemolín, hijo de Carlos V (en la imagen de arriba). Esta campaña montemolinista tuvo su concreción geográfica en Cataluña y Valencia, fracasando en otras regiones españolas.
No obstante, en Aragón se levantaron numerosas partidas que fueron a engrosar las filas de los voluntarios catalanes, cuyo mando supremo corrió a cargo del general Cabrera "el Tigre del Maestrazgo" (en la imagen). Ya en enero de 1848 se registra una tentativa de los Matiners para invadir la provincia de Huesca, pero es en mayo cuando se levanta en armas en Fuentes de Ebro el coronel Pascual Aznar, conocido por «el Cojo de Cariñena». También se levanta otra partida mandada por Romana. El 2 de junio aparece una partida en Alhama de Aragón (Z.) al mando del comandante Vicente Herrero, más conocido como «el Organista de Teruel», siendo batido en La Almunia de Doña Godina (Z.) y en Mosqueruela (T.). Todas ellas iban a fracasar. Las acciones fueron innumerables, pero de escasa importancia, a pesar de que en varias ocasiones actuaron conjuntamente las guerrillas carlistas con las republicanas federales.
"El Organista", (Gea de Albarracín, T., ¿? - ¿?, ¿?), vivió sus primeros años en Zaragoza donde aprendió a tocar el órgano. Una vez adquirió los conocimientos necesarios del instrumento, regresó a Gúdar (T.) y de ahí ejerció su profesión en la parroquial de San Pedro de Teruel en 1818. Desde el verano de 1822 tomó parte en la insurrección realista entre las fuerzas del brigadier Joaquín Capapé, conocido como "el Royo de Alcañiz" y partícipe de la llamada y fracasada conspiración de Capapé, donde ascendió a teniente de infantería.
Tras la invasión francesa de 1823 regresó a Teruel con licencia y se inscribió en los Voluntarios Realistas de la ciudad (imagen ecuestre). Conocido entre los grupos de conspiradores carlistas fue confinado a Valencia y más tarde a Zaragoza. Se incorporó al ejército carlista en 1835 ascendiendo al grado de comandante pero fue separado del mando acusado de robo. Más tarde fue nombrado gobernador de Aliaga. En 1839 formó parte de la Junta de Administración y Gobierno instalada en Morella para atender a las necesidades del ejército carlista.
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