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domingo, 1 de septiembre de 2019

CARABELA "LA NIÑA"


Estado inicial

Cuando salís de El Puerto de Santa Mª, dirección Cádiz (o antes de llegar a El Puerto desde Cádiz), podréis observar en una rotonda frente a la lonja pesquera, una embarcación en un estado cada vez más lamentable.

Se trata de una réplica de la Carabela "La Niña",  fruto del trabajo de un equipo de artesanos y estudiantes bajo la iniciativa del Profesor de la Escuela de Náutica de Cádiz Luis M. Coín Cuenca.

Este investigador y aventurero nos recuerda en su libro "La Carabela La Niña de Cádiz y el primer viaje de Colón" que sólo existen como fuentes de información los dibujos de marineros de El Puerto de Santa María, párrafos de algunos documentos escritos y grabados de la época. A esto, unió lo obtenido de la observación de las fórmulas tradicionales de construcción de embarcaciones, que han llegado hasta nuestros días a través de los artesanos de la Costa Andaluza Occidental, y la nave se construyó, definitivamente, en la ciudad de Barbate.

Las proporciones de eslora (21 m.) y manga (5 m.) las extrajo de la capacidad de la bodega; la obra muerta, es decir la parte de la embarcación que no está sumergida, de dibujos y grabados; pero donde halló mayor dificultad fue en la obra viva, es decir, en la parte sumergida, para lo que únicamente contaba con algunos comentarios, y las técnicas heredadas que en algunos casos siguen vigentes. Como conclusión de su estudio obtuvo una embarcación que si bien, él mismo calificó como reproducción no exacta, sí se consideró como la que más se aproximaba a las características de navegabilidad y maniobrabilidad de cuantas se han realizado hasta ahora. Este aspecto era fundamental para llevar a cabo la fase principal del proyecto, realizar las travesías que hiciera el Almirante Cristóbal Colón desde 1.492 y así conocer sus rumbos y derrotas.

La configuración y diseño de carabela la hacían ideal para la función descubridora; su bajo calado, que le permitía acercarse más a la costa que el resto de navíos; su mayor facilidad para navegar a bolina, es decir, para poder avanzar con un viento contrario, la convertía en la más apropiada para las condiciones climatológicas del océano. En definitiva, que además del espíritu aventurero y científico que caracterizó a las expediciones del Descubrimiento, éstas, para existir, precisaron como elemento fundamental la carabela.


Sin embargo, no todo fueron facilidades para los navegantes. Su pequeño tamaño, que la dotaba de gran maniobrabilidad, presentaba como contrapartida el reducido tamaño de su bodega, que los obligaba a ajustar al máximo la carga para cada travesía. Por otro lado, las maniobras de navegación exigían una gran pericia por parte de toda la tripulación, y, por último, las condiciones de habitabilidad no ofrecían demasiadas comodidades. Dormían en cubierta a veces cubiertos por lonas, y sus enseres y objetos personales se reducían a las prendas que vestían, ya que todo el espacio era reservado para víveres, piezas de recambio del navío, herramientas de navegación y herramientas para reparaciones.

Estado actual

Estas fueron las mismas condiciones que intentó reproducir, hasta el extremo de lo permitido, el profesor Coín Cuenca en el verano de 1.990. Fruto de este trabajo nos ha quedado como legado, y entre otras obras, esta réplica de "La Niña", que como ya me he referido arriba, cada vez se deteriora más. Antes contaba con los palos, todos creíamos que los habían quitado para restaurarlos, pero no, ahora solo parece un medio cascarón de nuez, como podéis apreciar en la fotografía. Otra dejación flagrante de las administraciones, al igual que la del "Vaporcito".

3 comentarios:

Teresa dijo...

Sin embargo el "mástil" del establecimiento de comida basura está bien tieso.

Unknown dijo...

Quiero ver el vídeo de la carabela la niña de Barbate que yo trabajé en ella como carpintero de ribera

Jesús María Serrano dijo...

Se trató de una navegación que aportó nuevos conocimientos a la gesta colombina, recuerdo que cubrí la salida desde Puerto Sherry para un par de medios de comunicación y, por cierto, casi estuve a punto de navegar en ella, me entusiasmaba la idea que en mi familia se encargaron de aguar. La expedición estuvo patrocinada por una emisora de televisión ahora no recuerdo si australiana o neozelandesa, los entrevisté también.