En el hotel donde hemos estado en Granada, juré un día que no me volvería a albergar. Hace mucho tiempo me alojé en él cuando no había sufrido reforma alguna. Me dieron una habitación cutre a más no poder que me recordaba a las que había en el Seminario Mayor de Zaragoza. Por azar del destino, he vuelto. Ya no es lo mismo, afortunadamente, pero la zona baja me sigue recordando a lo que veía día a día en mi época de estudiante de bachillerato. El claustro, el patio interior, los cipreses, los campos deportivos...Normal, este edificio es el Monasterio de los Basilios -el nombre del hotel es Maciá Monasterio de los Basilios***- antiguo convento seminario de los escolapios. Al lado está la iglesia y el colegio, con sus dos puertas, una para entrar y salir los alumnos pobres y, otra, para los pudientes. Ahora es un colegio concertado y entran todos por la misma puerta. Como último recurso, quizá vuelva, pero intentaré, por todos los medios, no hacerlo.
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