CHULERÍA CHUSQUERA


Corrían los primeros años 40. El régimen de Franco campaba por sus respetos y uno de sus principales rostros era el del siniestro general Millán Astray, fundador de la Legión, un tipo polémico que tuvo un gran protagonismo en varias campañas bélicas (Filipinas, África y guerra civil española).
Este infausto personaje, que vivía en el hogar del mutilado, fundado por él, próximo al campo de fútbol de  Chamartín, donde jugaba el Real Madrid, iba a cada partido del equipo merengue (aunque era del Atlético por aquello de la gallardía, el esfuerzo y el ardor) y  se acomodaba en el  palco "de invierno" situado detrás del principal, siempre acompañado de un legionario que le servía de sostén, pues sufría de vértigo a causa de una de sus múltiples heridas y se solía caer debido a ello.
A Santiago Bernabéu, recién llegado a la presidencia,  que el gallego ocupase ese sitio le sentaba como dos patadas en las partes nobles y cada jornada se tenía que contener para no llamarle la atención;  hasta que,  en cierto partido, el militar tuvo un rifirrafe con un representante extranjero y el presidente madridista intervino para solventar el asunto. Pero, el militar no se arredró  y tuvo una fuerte discusión con Santiago Bernabéu, hasta el punto, según cuentan las crónicas,  que retó al presidente a un duelo a pistola.
Don Santiago se asustó un tanto y echó mano de las altas esferas. Llamó al general Moscardó, pero éste se puso de parte de Millán y exigió que Bernabéu se disculpase. Después, a su amigo Muñoz Grandes, recién llegado de la División Azul y este, con más mando, dijo a Millán que su autoridad no llegaba al palco de Chamartín, y que se abstuviera de entrar allí y poner en ridículo a todo el Régimen, lo que tuvo que acatar muy a regañadientes (los pocos que le quedaban).

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