
En el año 1531 se fundó en Zaragoza el Colegio de las Vírgenes. Su promotor fue el rico y distinguido caballero Juan González de Villasimpliz. Este señor muy considerado en la Corte, cuidaba del patrimonio real en Zaragoza e, incluso, acogió al príncipe Felipe (más tarde II de Castilla y I de Aragón) en su casa cuando éste estuvo en la ciudad en 1541. D. Juan, al quedar viudo con tres hijas solteras, se hizo sacerdote y pidió licencia para la apertura del colegio al papa Clemente VII, quien la concedió encomendando su protección al reino aragonés y dotándole de privilegios y exenciones. Se llevó a cabo su apertura, ya con estatutos, y al cargo de priora fue promovida Ana, hija del fundador. La finalidad de la institución era la vida de retiro y honestidad al servicio de Dios y los hombres; sus integrantes no tenían obligación de voto alguno, no tenía carácter conventual y gozaban de bastante libertad para realizar sus funciones: eran mujeres de familia hidalga, solteras o viudas. Se dedicaron especialmente a obras de carácter benéfico, como hospedaje y rehabilitación de mujeres de «vida equivocada». El colegio fue suprimido en 1837. Entre 1853 y 1873, este edificio estuvo ocupado por el teatro "Variedades", con capacidad para ochocientos espectadores. Sólo abría para el Pilar y el Carnaval.
El edificio, fue suprimido en el año 1886, quedando el nombre de la institución dedicado a la calle donde tuvo su sede.
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