PLATO ARAGONÉS

 

Hace años que no como bisaltos; por aquí abajo no suelen venderlos, salvo en algunas tiendas especializadas. Me acuerdo, cuando  los hacía mi madre hervidos y que nos los comíamos como si fuera una salmuera, cogiéndolos del rabillo y con habilidad, una vez dentro de la boca, tirábamos hacia fuera y salían los hilos quedándonos con la vaina y los granos dentro. Eran una delicia.

1 comentario:

Teresa dijo...

Por esa forma de comerlos también se llaman miracielos.