La cola de las taquillas de los estadios de fútbol, como el municipal de la Romareda, son escenarios donde encontrar variada fauna en pelaje y actitudes. Esta caprina estampa es bastante peculiar, pero no tanto en unos años en que la zona de la Romareda aún era un lugar de encuentro entre el agro y la urbe. La tranquilidad del rebaño, y del pastor, denota que no estamos en trepidante jornada de liga.
Este año llegué a Zaragoza para iniciar el bachillerato.
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