El 4 de mayo de 1808 Madrid enterraba las consecuencias de su heroicidad: 400 muertos.
La plebe fue el escudo, un parapeto del poder frente al invasor. Muchos se creen que los madrileños se echaron a la calle porque los franceses entraron en Madrid. Qué va… si las tropas de Napoleón estaban empadronadas en los alrededores desde hacía un mes. Les estábamos dando de comer y de beber porque se creía el ceporro de Fernando VII que los franceses le ayudarían a mantener la corona de España.
En estas fechas siempre están a vueltas con el levantamiento heroico del pueblo de Madrid, pero se evita decir que los que pusieron todas las facilidades para que se produjera la invasión, la matanza y el desastre, los que nos metieron en la boca del lobo, fueron estas dos prendas: Carlos IV y Fernando VII.
Todos querían que se fuera el francés, menos los intelectuales, que querían que la ilustración llegara a España y por eso preferían a los Bonaparte antes que a los Borbones.
Lo que hicieron fue infiltrar a unos agitadores, para provocar que la gente se levantara y que todo pareciera una revuelta popular. Los secuaces de Fernando VII fueron echando leña al fuego para provocar el levantamiento del 2 de mayo. Mientras, en Bayona estaban los miembros de la familia real retenidos. Nadie gobernaba España, había un vacío de poder provocado por Napoleón.

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