ARAGÓN

¿PERDIDO EL MONTE PERDIDO?
Pocas cumbres del Pirineo central son tan visibles como Monte Perdido, siempre que el observador se encuentre en la vertiente sur. De hecho, los habitantes de Sobrarbe lo han llamado y siguen llamando Treserols o Tres Sorores, ya que el topónimo Monte Perdido fue acuñado por viajeros y geógrafos franceses.
Hoy nos trasladamos a un hermoso rincón al sur de Sobrarbe, nada menos que al pueblo de Santa María de Buil, que en los siglos X y XI ejerció como capital del antiguo Condado de Sobrarbe. En esa época, se libraban guerras entre quienes defendían una frontera que separaba dos mundos, dos religiones y dos formas de entender la vida: los cristianos y los musulmanes.
En la cima del tozal de Buil se erigía una fortificación. Desde allí, los soldados vigilaban cualquier amenaza y movimiento del enemigo; en caso de peligro, emitían señales lumínicas hacia otras atalayas situadas en montes y aldeas circundantes.
Aquellas gentes de vidas duras y breves, contemplaron el mismo paisaje y las mismas montañas que vemos hoy. Sin embargo, jamás soñaron que algún día, este mismo macizo de Treserols, sería visitado por millones de personas procedentes de todos los rincones del planeta, que obtendría un reconocimiento mundial y que se convertiría en el primer parque nacional de nuestro país, junto al que hoy conocemos como Picos de Europa.

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