GASTRONOMÍA






 Siguiendo con la retahíla de tapas y algo más contundente que se puede comen en los bares de Argón, nombraré hoy unos cuantos como la cabeza de ternasco al horno que resulta un placer raerla y comerse su exquisita lengua, la carne de la varilla, sus ojos y sus excelentes sesos. Si se ha hecho con patatas, mucho mejor.

La arrugadas aceitunas negras del bajo Aragón adquiere todo su sabor acompañadas de cebolla, vinagre y aceite. Son de la variedad empeltre.

Antiguamente, salir a tomar vermú era símbolo de gambas a la plancha. Lamentablemente, pocos establecimientos ofertan los crustáceos en sus cartas.

¿Quién no ha probado el pollo al ajillo (o frito con ajos), Si está bien preparado resulta ser un plato de chuparse los dedos y pegarle cuatro untadas.

Otra tapa que se va perdiendo; los pepinillos en vinagre rellenos de atún. 

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