ZARAGOZA 1- LLAGOSTERA 0

Este Real Zaragoza se supone que de transición mientras llegan los refuerzos o los jugadores de fondo de armario, como quiera denominárseles, ha vuelto a ganar por primera vez en el 2016 y por primera vez con Lluis Carreras en el banquillo. Puedo hacerlo por goleada, pero tuvo que sujetarse al final al solitario tanto de Pedro, hoy mucho más activo en en anteriores comparecencias. Su cabezazo a pase de Ortuño en el minuto 30 fue suficiente para desmontar a un Llagostera deprimente que jamás se acercó a Bono. El resultado pudo ser de escándalo con un fútbol sombrío, trufado de errores en el pase y un cúmulo de nervios excesivo para lo que daba de sí el contrincante. Todos los de arriba dispusieron de sus ocasones claras, desde Diamanka a Ortí pasando por Dorca, Rico, Hinestroza y quien quisiera sumarse a una avalancha desordenada y huérfana de puntería. Los tres puntos alivian a un conjunto aragonés poco distinto al del pasado, sin variaciones reconocibles e hipertenso, inconstatable en defensa y que apenas halló en Ortuño y Sergio Gil a alguien que diera sentido al juego. El triunfo terapéutico era de obligado cumplimiento. pero todavía queda mucho camino por delante, mucho por mejorar en un conjunto que debe de ofrecer mucho más para desprenderse de las dudas que aún le persiguen.

Alfonso Hernández en www.elperiodicodearagon.com