Al llegar a Granada tuvimos suerte aparcando y, antes de llegar al hotel, tomamos unas cañas por los bares próximos a la estación de Adif, ese lugar que lleva inactivo con Sevilla y Málaga desde hace años a cuenta de las interminables obras del AVE. En uno de esos garitos, de aficionados del Granada -que por cierto dejó al Cádiz sin opción a los play off- pudimos elegir la tapa y, después del viaje y de la hora que era, nos pedimos una morcilla picante que nos supo a gloria.
Hoy se cumplen 120 años del nacimiento de Federico García Lorca y en Granada se celebran varios acontecimientos para conmemorar esta efeméride.
Cada vez que voy a Granada veo la evolución gastronómica que se está produciendo en la ciudad. Se han abierto nuevos establecimiento u otros se han reinventado para bien. Las terrazas estaban llenas, al igual que los interiores de los más emblemáticos. En la mayoría te ponen la tapa que ellos quieren, pero hay bastantes que ya te dan una tabla a elegir. Pero también se está planteando el anular la tapa. Lo cierto es, que una caña nos ha costado entre 2 y 2,65 euros y en algunos sitios, su acompañante deja bastante que desear. Hay que ir a los barrios para que te cueste menos y las tapas sean mejores y abundantes, pero claro, lo importante en Granada es el centro y su periferia más cercana.Como podéis ver en las imágenes, los hay más populares y otros, más sofisticados.
Este establecimiento es un referente en Granada. Casa Mariscal empezó en la Carrera de la Virgen, comunicándose con la Acera del Darro. Es uno de los ultramarinos y frutería más afamado. Abrió una sucursal en la avenida de la Constitución con carnicería, charcutería y quesería, además de un bar aledaño. Una de sus especialidades es su queso de cerdo y el jamón.
En una de las vueltas que dimos, recalamos en la plaza de toros -no sabíamos que había toros, pero era la feria y había corrida con el cartel de Morante, Talavante y Pereda, los tres salieron a hombros-.
Estábamos en unos de los establecimientos hosteleros que hay en los bajos y cuando terminó la corrida empezó a llegar personal vestido para la ocasión, pero, más de uno con la almohadilla en la mano o en una bolsa. Mucha apariencia, pero...
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