Los últimos días de julio y principios de agosto del 38, las tropas republicanas consolidan sus posiciones en el Ebro y lanzan la consigna: "Todo soldado que abandone o pierda el fusil, será pasado por las armas". Los aviones italianos procedentes de Mallorca bombardean Falset matando a 25 personas e hiriendo a 75, la mayoría, civiles. Las tropas franquistas detienen el avance republicano que no logran llegar a su objetivo: Gandesa y otras poblaciones. Los primeros días de agosto la situación permanece estable, aunque se producen duros combates en la zona de Mora de Ebro. Los bombardeos de los sublevados se suceden sobre las sierras de Pandols, Caballs y Fatarella. El 5 de agosto, las tropas antirrepublicanas atacan la zona norte del Ebro, considerada la más débil, obligando a las tres divisiones del general Tagüeña a retirarse no sin dejar un reguero de muertos por ambos bandos. Vuelven unos 3500 soldados de los 9500 que habían cruzado el río el día 26. El día 8 se estabiliza el frente del Ebro.
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