19 €
En plena Edad Media, los almugávares nunca tuvieron otra alternativa para sobrevivir que no fuese por medio de la violencia. De bandidos en los Pirineos llegaron a convertirse en señores de Grecia. Apátridas caminando entre reinos, imperios y ducados, todos solicitaron su ayuda y todos acabaron abandonándolos.
Sus crímenes fueron de una crueldad indescriptible y hoy injustificables, pero no fueron más que el fruto del despiadado mundo en el que vivieron; un mundo donde el pan, la religión y el poder se amasaban con sangre.

1 comentario:
Federico puso a Roger de Flor al mando de las compañías de almogávares, mercenarios que habían sido empleados por la Corona de Aragón en la conquista de Valencia y Mallorca, y más tarde para consolidar sus dominios de Sicilia frente a las pretensiones de la Casa de Anjou. Participó en la defensa de Mesina en 1302 demostrando dotes de auténtico líder.
Publicar un comentario