El lunes decidimos dar una vuelta por la zona de bares de El Puerto. Empezamos por la "Tasca Matute", en la calle Luna, en la parte más próxima al río Guadalete. Rafa lleva este negocio desde que lo dejaron Yolanda y Ángel con el nombre de "El Leonés". No había guisos, todo eran chacinas especiales que hacía honor al nombre, quesos varios y laterío fino. Los vinos también eran de la zona de Toro. Rafa ha seguido la misma línea, pero con alguna variante que otra por ejemplo, los montaditos, siendo el de pastrami uno de los más novedosos. Tiene cantidad de vinos y cava por copas. Nosotros tomamos un poco de cecina que estaba en su punto y unas cañitas.
De allí, nos trasladamos unos cuantos metros más y recalamos en la "Cervecería del Puerto". Aquí, las especialidades son los vinos albariños y ribeiros y el marisco y pescado gallego, además de lacón, pescados fritos y otra platos de la zona. También tiene una cafetería anexa, además de otro negocio en la avenida de la Constitución donde, además de café y tostadas, vende churros y chocolate y tapas diversas, destacando la fabada. Se llama "La Ponderosa". Hace años, muchos, los sábados al mediodía nos reuníamos en "La Cervecería" cantidad de gente a beber el líquido espumoso y echar unas risas. Aquí tomamos una tapa de pulpo con bastante pimentón picante (la foto no corresponde).
Nos adentramos después en la calle Misericordia, Al ser lunes varios negocios estaban cerrados, pero no "Er Beti", del que os he hablado en alguna ocasión. Tras unos cambios que experimentó hace unos años, pasó de las tapas minúsculas a otras más dignas, aunque, claro, subió los precios. La casquería (menudo, lengua, sangre...), junto al rabo de toro, la carne mechá, el ajo caliente, la fabada, los montaditos de carne, el queso...son sus platillos más seleccionados. Nosotros pedimos los callos y la lengua, como siempre. El lunes éramos, prácticamente, los únicos en el bar, pero como era temprano, seguro que más tarde estaría a tope, terraza incluida.
Por último, pasamos al "Mesón del Asador" con carnes a la brasa y especialidades castellanas y portuenses. La carta de tapas es descomunal. Nosotros elegimos morcilla de Burgos y lomito de buey a la plancha. Muy buenas y abundantes las dos tapas.
Terminado nuestro menú degustación, nos volvimos para Valdela.








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